En los tiempos que corren las familias están abocadas al trabajo con lo cual los hijos también están atados al calendario de los padres: aparte de ir a la escuela, asisten a actividades extraescolares, dibujo, música, deporte… y para las horas que sobran está la tele, los ordenadores y los videojuegos. Resultado: siempre están dirigidos, recibiendo órdenes de un adulto que les dice a que jugar, que hacer, cómo y cuánto. Cuando se está aburrido se busca que hacer, uno mismo decide emprender una actividad para salir del estado de aburrimiento. Y es una cosa que se aprende en la vida. Si planificamos siempre las actividades que deben seguir nuestros hijos ¿cómo aprenderán a recrear esas horas tranquilas y libres que disponen para inventarse un juego, una actividad?
Hay que olvidarse de la agenda, un día sin ella es un día lleno de posibilidades.
También es cierto que los hijos necesitan tiempo para estar con los padres, pero por otro lado deben aprender que los padres tienen sus obligaciones y sus propios “hobbies” en casa. Esto suele ocurrir con frecuencia en los hijos únicos y por sentido común he entendido que el mejor juguete para nuestro hijo es otro niño. Un grupo de niños difícilmente se aburren.
Un Terrible Enemigo
Me refiero exactamente a la Televisión.
Dice el Psicólogo Alejandro Clausell Edo en su libro "Los efectos de la Televisión en la Infancia y el Rendimiento escolar"
"El niño que juega libremente es un verdadero investigador que somete la realidad a experimentos a partir de los cuales va adquiriendo su propia consciencia del mundo a la par que esa madurez que, comúnmente, se había venido llamando "uso de la razón". Pues bien el niño de la generacional de la televisión se ve constreñido a renunciar a su labor de la investigacion en contrapartida, la actividad de contemplar la tele le proporciona una conciencia y una razon que ya no son las suyas."
Seria muy bueno que nosotros los papas que reflexionemos sobre esto.
Hay que olvidarse de la agenda, un día sin ella es un día lleno de posibilidades.
También es cierto que los hijos necesitan tiempo para estar con los padres, pero por otro lado deben aprender que los padres tienen sus obligaciones y sus propios “hobbies” en casa. Esto suele ocurrir con frecuencia en los hijos únicos y por sentido común he entendido que el mejor juguete para nuestro hijo es otro niño. Un grupo de niños difícilmente se aburren.
Un Terrible Enemigo
Me refiero exactamente a la Televisión.
Dice el Psicólogo Alejandro Clausell Edo en su libro "Los efectos de la Televisión en la Infancia y el Rendimiento escolar"
"El niño que juega libremente es un verdadero investigador que somete la realidad a experimentos a partir de los cuales va adquiriendo su propia consciencia del mundo a la par que esa madurez que, comúnmente, se había venido llamando "uso de la razón". Pues bien el niño de la generacional de la televisión se ve constreñido a renunciar a su labor de la investigacion en contrapartida, la actividad de contemplar la tele le proporciona una conciencia y una razon que ya no son las suyas."
Seria muy bueno que nosotros los papas que reflexionemos sobre esto.
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