Es habitual en los países desarrollados que los bebés y los niños pequeños duerman con una luz de acompañamiento, cuando no con la luz principal. También son cada vez más habituales en estos países los casos de miopía ¿Existe alguna relación entre estos hechos? Tener encendida la luz por la noche, que puede ayudar a calmar al pequeño, podría tener consecuencias negativas para su salud.
Un estudio publicado hace años en la revista Nature, reseñado como “Keep your babies in the dark” (“Mantén a tus bebés en la oscuridad”) establecía una relación entre dormir habitualmente con la luz encendida entre el nacimiento y los dos años de edad y un incremento de la miopía.
A partir de una encuesta a los padres de 479 niños que asistían a su clínica de oftalmología pediátrica como pacientes ambulatorios, el doctor Richard A. Stone y sus colegas encontraron una fuerte relación entre la miopía y la exposición a la luz durante la noche en dichos bebés y niños.
La investigación, realizada por el Medical Center de la Universidad de Pensilvania y el Children’s Hospital de Filadelfia, indicaba que:
- Un 10% de los niños de entre 2 y 16 años que habían dormido a oscuras hasta los dos años eran miopes en el momento de realizar el estudio.
- Un 34% de los niños que habían dormido los dos primeros años de vida con la luz nocturna de un piloto tenue eran miopes.
- Un 55% de los niños que habían dormido con una lámpara o una bombilla encendidas contrajeron miopía en edad adulta, cinco veces más que entre los niños que habían dormido en la oscuridad durante sus primeros años de vida.
La hipótesis para explicar estas cifras sería que el ojo se desarrolla sobre todo durante los primeros años de vida, y por lo tanto, es más vulnerable a la luz, por ello no existiría relación entre dormir con luz y miopía después de la edad de dos años y las cifras descienden según desciende la intensidad de la luz nocturna.
Los investigadores admiten que la búsqueda de una correlación entre la iluminación nocturna y la miopía posterior no significa que se haya encontrado una causa directa, y que no han descartado otros factores.
Por ejemplo, los niños que duermen en estancias iluminadas podrían llegar a ser miopes porque sus padres lo son (la propensión a la miopía de hijos de padres miopes es alta) y estos prefieren dejar las luces encendidas para que puedan ver a dónde van y no tener un accidente.
Pero según afirmaban en su estudio sí está claro que la ausencia de oscuridad en el sueño nocturno puede ser un importante factor de riesgo para el futuro desarrollo de un cuadro de miopía.
¿Podría se esta la explicación a que en el último siglo hayan aumentado tanto los casos de miopía en las poblaciones más desarrolladas? Hay datos que señalan que, especialmente entre la población asiática, la miopía supera el 70% (no obstante, solo un 1% de los niños del estudio eran de origen asiático).
¿Dejar luz o no mientras el bebé duerme?
Frecuentemente se hace referencia a este estudio (que data de 1999) para aconsejar a los padres que no mantengan luces encendidas cuando el bebé duerme.
De hecho los mismos investigadores recomendaban esta actuación como medida de precaución, al menos hasta que hubiera más estudios que corroboraran la relación, pero lo cierto es que han pasado años y no tenemos constancia de que se haya vuelto a estudiar el tema.
Los expertos aconsejan que los bebés pequeños no duerman totalmente a oscuras durante el día para no alterar su ritmo circadiano que se está formando, pero aquí estamos hablando de dormir por la noche.
Yo supongo que la razón principal para que dejemos una luz de acompañamiento es la comodidad a la hora de levantarnos por la noche a amamantar al bebé o a cambiarle el pañal, a calmarlo… sin tener que encender la luz principal, muy molesta a media noche.
Pero también es cierto que nosotros al final vimos que la luz no era necesaria (mis dos hijas durmieron en nuestra habitación los primeros meses) hasta que efectivamente tuviéramos que encenderla para ver qué le sucedía al bebé. Para dormirse, sí que tenían luz tenue, pero después la apagábamos.
Es decir, las niñas (y nosotros) dormíamos sin luz, pero teníamos a mano una luz piloto para cuando hiciera falta. Una luz suave, poco molesta, y lo suficientemente válida para movernos sin peligro, acomodarnos para darles de mamar o cambiar el pañal…
Ahora ambas duermen sin luz en su habitación, y cuando nos llaman o necesitamos verlas encendemos la luz del pasillo, indirecta, que no les molesta.
En definitiva, yo creo que lo principal es que los bebés y niños estén tranquilos a la hora de dormir y descansen lo mejor posible, pero no creo que ello dependa de tener o no encendida una luz por la noche (y menos toda la noche).
Si efectivamente las luces por la noche aumentan el riego de miopía en los niños, pensemos que lo mejor es que los pequeños nos tengan cerca, que sientan que estamos ahí y vamos cuando nos necesitan, esa es la mayor luz que les podemos dar, y además no conlleva ese probable riesgo de miopía.
Más información | Nature
Fotos | chimothy27 y treehouse1977 en Flickr-CC
En Bebés y más | El miedo a la oscuridad en los niños, La iluminación en la habitación del bebé
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