La television puede tranquilizar temporalmente al chico, pero también estimularlo en exceso .
La televisión es una ventana al mundo y es una fuente de influencia, positiva o negativa, según se utilice. Por eso debemos ser muy críticos con la televisión, aún reconociendo que nos puede aportar mucho conocimiento y diversión. A veces nos dice como debemos de pensar, que debemos considerar bueno y que considerar malo. Y lo que es más PELIGROSO: Nos lo dice sin que nos demos cuenta.
En los niños y niñas, como en los adultos, la televisión tiene efectos positivos, si se nos ha enseñado a verla como fuente de aprendizaje de montones de conocimientos. Pero el abuso y la cantidad de horas que nuestros hijos ven la TV, unido a la carencia de contenidos educativos en la mayoría de los programas dirigidos al público infantil, conlleva efectos negativos tanto físicos cono psíquicos, algunos como: Sedentarismo, Pérdida del discernimiento, Banalización de la violencia, Alteraciones del sueño y nerviosismo, Fracaso Escolar, Aislamiento.
Es lógico pensar en la importancia que tiene acostumbrar a nuestros hijos desde muy pequeños a seleccionar los programas que ven en la TV, a que distingan entre lo que les ayuda o perjudica, a saber usarla con mesura y buen criterio. Esto, en nuestros días, es parte fundamental de la educación de los hijos, y en el seno de la familia deberíamos afrontar el tema con la seriedad que requiere.
1. Tener un horario para irse a la cama y para levantarse.
Establecer un horario fijo de acostarse y levantarse, no permitiéndoles traspasarlo por cualquier motivo, y menos por ver la tele. Si hay algo muy, muy interesante, grabarlo para verlo en otro momento.
2. Llegar a un consenso sobre el tiempo que se va a dedicar cada día a ver televisión.
Se trata de poner una norma de familia que todos respeten. Esto ayudará a los niños a alcanzar una cierta independencia. Cuando no hay hábitos es difícil que se adapten. Durante el tiempo de adaptación es importante ofrecerles actividades alternativas que les tengan ocupados.
Si desean ver algún programa interesante, que lo hagan, pero no permitirles ver mucho más ese día. Así aprenderán a seleccionar y a administrase su tiempo de ver televisión.
3. Dejarles el menor tiempo posible solos ante el televisor.
Para unos padres cansados puede ser un alivio dejar al niño sentado junto a la tele, pero la presencia de adultos les permite hacer las preguntas que les pasen por la mente. Se puede estar cerca, controlando, mientras realizamos otras tareas.
Si por alguna causa nuestros hijos ven solos la TV, que cuenten y valoren posteriormente lo que han visto, para que podamos hacer comentarios oportunos y darles criterios adecuados.
Ver la TV en familia fomenta la unidad y permite aportar diferentes puntos de vista.
4. Evitar que la TV esté encendida durante las comidas.
Sentarse en familia para comer es un momento de encuentro, de diálogo, de intercambio de opinión sobre las actividades cotidianas de cada uno. La TV encendida hace que ese espacio de diálogo desaparezca.
No pongas la tele en el lugar donde se come habitualmente.
5.- No les castigue siempre a no ver la TV.
Si independientemente de la conducta que queremos modificar o eliminar en nuestros hijos, el castigo es siempre no ver tele, podrían pensar que se trata del mejor y más importante pasatiempos y placer al que se puede acceder.
La televisión tampoco puede ser un premio por haber realizado bien los deberes y encargos.
6. Evite que los niños hagan las tareas a la vez que ven la tele.
Es una de las costumbres más contraproducentes. La TV es una fuente de estímulos visuales y auditivos que exige esfuerzo mental, lo que no permite realizar otro esfuerzo simultáneo de aprendizaje.
7. Evite que tengan un televisor en su habitación.
Muchos niños y niñas que tienen un televisor en su cuarto lo dejan encendido hasta poco antes de dormirse; de este modo se exponen a asistir a espectáculos para los que no están preparados con las nocivas consecuencias que pueden acarrear.
8. Reduce el tiempo de ver tele en vacaciones.
Es un gran momento para entablar relaciones con los amigos y hacer nuevos amigos. Las vacaciones son una gran oportunidad para descubrir que se puede vivir sin ver tanta tele.
9. Utilice los programas televisivos que ven sus hijos para estimular actividades que despierten en ellos participación.
Sólo de este modo podrá la TV convertirse en un instrumento para aprender. Además contribuirá a crear una continuidad entre el mundo de la tele y la vida real. Si no se desarrolla este aspecto se puede llegar a situaciones en las que o distinguirá la realidad de la ficción.
Es importante ofrecerles alternativas divertidas: juegos, excursiones, colaboración, y sobre todo, tiempo, que a veces queremos suplir comprándoles montones de boberías.
Este es el mejor consejo que alguien les puede dar: Los niños comprenderán la importancia de la tele según el lugar que ocupa en la vida de los adultos.
Si tu entretenimiento favorito es ver la tele, no esperes que tu hijo haga otra cosa.
Calcula honestamente cuantas horas pasa cada uno de los miembros de tu familia viendo la televisión .
Pues bien, piensa cuantas cosas podríais haber hecho en ese tiempo; cosas como pasear, leer, tener un hobbie, hacer deporte, jugar con los colegas, ...
Corazón Amoroso y Cabeza fría
Para ser buenos padres hay que tener el corazón amoroso y la cabeza fría. Debemos tratar a nuestros hijos con respeto y amor incondicional, pero al mismo tiempo tener un método lógico y practico para disciplinarlos.
Párrafo tomado del libro "La crianza práctica de los hijos" Escribe tu comentario
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