Niños que no Duermen, Cuestiones de Habito

Consejos útiles para los hábitos de sueño saludables:

A continuación se enumeran algunos consejos útiles para desarrollar hábitos de sueño adecuados para su hijo:

  • Los recién nacidos no tienen un patrón establecido de noche y día durante las primeras semanas de vida. A esta edad, es aconsejable no permitir que el bebé duerma más de cinco horas seguidas durante las primeras cinco o seis semanas ya que su pequeño cuerpo necesita alimentarse frecuentemente.
  • Los bebés de más edad y los niños deben tener un horario establecido para las siestas y para ir a dormir por las noches.
  • Empiece con un tiempo de relajación como por ejemplo, escuchar música suave o leer un libro, 20 ó 30 minutos antes de acostar al niño. Tenga en cuenta que la televisión no debe formar parte de este período de relajación.
  • Luego del tiempo de relajación, siga una rutina para acostar al niño, es decir, cambiarle los pañales, ir al baño, cepillarse los dientes, etc.
  • Establezca un límite para el tiempo de relajación y la rutina, de modo que no se extiendan demasiado y que su hijo sepa qué esperar antes de acostarse.
  • Diga buenas noches, apague la luz y salga de la habitación.
  • Los objetos que brindan seguridad como por ejemplo, una manta especial o un animal de peluche, pueden ser parte de la rutina para ir a dormir.
  • Es importante acostar a los niños cuando todavía están despiertos para que aprendan a dormirse solos.
  • Recuerde nunca acostar a un bebé con el biberón debido a que esto podría provocarle problemas de caries e infecciones del oído.

Consejos útiles para los niños con malos hábitos de sueño:

Los niños pueden fácilmente adquirir hábitos a la hora de acostarse que no siempre son saludables. A continuación se enumeran algunas sugerencias que podría resultar útiles cuando un niño se niega a ir a la cama o tiene problemas para permanecer en ella:

  • Si su hijo llora, háblele con calma y tranquilícelo, "Estás bien. Es hora de ir a dormir". Luego salga de la habitación.
  • No le dé un biberón ni lo tome en brazos.
  • Si su hijo continúa llorando, prolongue el tiempo entre las visitas a la habitación y no haga nada excepto hablar con calma y dejar la habitación.
  • Si usted mantiene esta rutina, su hijo se calmará y se dormirá. Tenga en cuenta que es posible que pueden transcurrir varias noches hasta que su hijo se acostumbre al nuevo plan.
  • Si su hijo suele beber una gran cantidad de leche justo antes de irse a dormir, comience a disminuir la cantidad en el biberón en 15 a 30 ml (1/2 a 1 onza) cada noche hasta que esté vacío y luego retírelo completamente.
  • A veces los niños rompen su rutina de sueño nocturno debido a una enfermedad o un viaje, pero la retoman con rapidez una vez que las cosas vuelven a la normalidad.

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