La Adopción

Si estás pensando en tener hijos y el camino elegido fue el de la adopción, lo primero es informarte acerca de los trámites que tendrás que hacer.
Desde el punto de vista jurídico, la adopción se trata de un conjunto de derechos y obligaciones derivados del proceso y la situación de filiación que se establece entre una familia y otra persona. Pero es un error pensar sólo en los trámites y en todo lo que conllevan los temas burocráticos. Lo más importante es la decisión y la seguridad que debes tener para dar este paso tan importante. Adoptar o tener un hijo biológico es lo mismo. Se difieren solamente en lo relacionado a la burocracia y al tiempo.

Para unos, el tener un hijo adoptado significa un acto de solidaridad. Pero para otros, y muchos felizmente, representa apenas una forma, un camino elegido para ser padres y formar una familia. Lo que debe estar claro es que un hijo será siempre un hijo, sea cual sea el lugar o la circunstancia de su nacimiento.

La verdad desde el primer día de la adopción

Lo que se recomienda es que desde el primer día en que el niño adoptado llega al nuevo hogar debe comenzar a practicarse una serena franqueza con respecto al tema de la adopción. Cuanto más cómodo se sienta uno con la adopción y su entorno, tanto más a gusto se sentirá el niño, y habrá más posibilidades de que la adaptación prospere.

A parte de conscientizar a su hijo de que ha sido adoptado, la discusión temprana sobre adopción tiene dos propósitos principales. El primero es crear un sentimiento dentro de la familia que la adopción es un tema de conversación. Los niños pueden no entender que significa ser adoptado, pero si entienden que los padres se sienten cómodos hablando de eso.

El segundo propósito es darle a los padres la oportunidad de practicar hablar sobre un asunto que envuelve sensibilidad y aspectos dolorosos. En un principio es común tener dificultades en la discusión de algunos aspectos de adopción. Esto es lo que le da más sentido hacerlo primero con un niño pequeño, a quien no le gusta estar muy atento, a diferencia de un niño mayor.
Qué tan libres se sientan de preguntar, dependerá casi enteramente de la seguridad que sientan sus padres como padres adoptantes. Los niños son sensibles a captar sentimientos de ambivalencia en lo que se refiere a las respuestas de sus preguntas, e impartirles información significativa acerca de su adopción.

Fuente: GuiaInfantil.com

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