Los dientes de los niños y bebés


Como padres debemos estar concientes de la importancia de la salud de la boca y de los dientes de nuestros hijos. Y los primeros cuidados deben empezar ya en el embarazo. En la alimentación de la madre deben estar presentes: calcio, fósforo, proteínas y vitaminas A, C y D.

Cuánto antes nos preocupemos del tema, menos dolores de cabeza tendremos en el futuro.
Los cuidados basicos de los dientes de los niños y bebés Mantener una buena salud de los dientes es tarea que se debe comenzar desde niños.

Desde los llamados dientes de leche que deben estar bien cuidados a pesar de que su duración no sea larga. Estos dientes le proveen al niño masticar correctamente al ingerir alimentos sólidos. Si estos dientes están enfermos o no están bien cuidados, los dientes permanentes heredarán la misma enfermedad que su antecesor.
Por esta razón, los cuidados son mas que necesarios durante la niñez.
Según informa la Academia de Odontología General, los hábitos para el cuidado de la dentadura empiezan a desarrollarse cuando el bebé tiene cuatro meses; es decir, cuando deja la lactancia y empieza a tomar papillas y otras comidas.
A esa edad es cuando al niño le nace el primer diente; el tipo de comida que se le dé puede afectar a su salud dental durante toda la vida. De hecho, se ha determinado que hay una correlación grande entre el consumo de bebidas azucaradas durante la infancia, y el consumo posterior de alimentos con gran contenido de azúcar.

Cómo cepillar los dientes de los niños

Limpie los dientes de tus hijos por lo menos una vez al día. Lo mejor es limpiar los dientes justo antes de ponerlo a dormir. A los dos años, la mayoría de los dientes del niño han salido. Ahora los puede empezar a cepillar con una pequeña cantidad de pasta dental con fluoruro. Use una cantidad pequeña de pasta dental. El cepillado de los dientes debe hacerse dos veces al día, con una de las veces antes de dormir y después de la ultima toma del pecho. El niño puede cepillar los dientes por la mañana el solo, pero los padres deben cepillar los dientes por la noche. Al principio, muchos niños pequeños se resisten a esta rutina y necesitan que los padres restrinjan sus movimientos en forma gentil pero firme. Si es necesario, hay que distraer al niño diciéndole que cómo son hermosos sus dientes, que tenemos que limpiarlos para eliminar los "bichitos malos" (los gérmenes). Si el niño siente que la higiene dental no es una forma de castigo, sino una expresión de amor el ritual nocturno se acepta mas fácilmente con el tiempo. Aunque este método puede parecer extremo, es mucho menos traumático que el tener que llevar al niño al dentista para resolver problemas que se hubieran podido evitar.

Y lo mas importante de todo es crear el habito de la limpieza de los diente, que el niño se acostumbre a que debe límpiense los dientes, por lo menos una ves al día.

Si somos firmes al principio luego todo será mas censillo, el niño habrá adquirido el habito y solo querrá hacerlo.

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